Se encienden las alarmas en la banca. El Gobierno habla abiertamente con sus socios de Sumar de alcanzar el 2% del PIB en gasto en Defensa cuanto antes, pero bajo el compromiso de que no tocará la inversión social. Y en el sector bancario ya surge el temor de que Pedro Sánchez diseñe un impuesto finalista o suba la factura en el gravamen que entró en vigor en enero, según distintas fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.

La agencia de calificación DBRS se encargó de abrir la caja de Pandora. En un reciente informe a inversores puso sobre la mesa la creación de un nuevo impuesto o un depósito con un interés fijado por el Ejecutivo y cuyos fondos se destinen a financiar el gasto en Defensa. “No es remoto…de un sitio u otro tienen que sacar ingresos, porque la voluntad de ajustar gastos no existe”, advierte un alto directivo de uno de los grandes bancos de España.

En el espejo del Gobierno están otros países europeos, como Lituania y Letonia, que han sido pioneros en crear impuestos finalistas para sufragar el gasto en Defensa. En el caso de Letonia se aprobó a finales de 2024 una tasa al sector bancario que definió como una “contribución solidaria temporal” para los ejercicios 2025, 2026 y 2027.

Una referencia que incluyó el Ejecutivo para impulsar el nuevo impuesto, que fija un porcentaje progresivo del 1% al 7% en función del nivel de ingresos vía margen de intereses y comisiones. La tasa española y letona además se justifican por ley argumentando los beneficios récord de los bancos, que han aprovechado el rally de tipos del BCE para atajar la inflación y que empezó a corregir en junio de 2024.

Chivo expiatorio

"Varios países han establecido impuestos bancarios para financiar el aumento del gasto militar, ya que los bancos europeos han registrado beneficios récord en los dos últimos años y cada vez se les pide que participen más", alertaba DBRS en su informe, como adelantó Expansión.  

CaixaBank ha advertido a los inversores de tensiones en la prima de riesgo si no se hacen ajustes para recortar la abultada deuda pública

Los banqueros llevan años sintiéndose como el “chivo expiatorio” de la crisis financiera de 2008 y que en España provocó el rescate de Bankia con más de 24.000 millones de euros con dinero público. Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, que adquirió Bankia en 2021, llegó a definir el nuevo gravámen como “Tasa CaixaBank” y azuzó el fantasma de sacar la sede de España.

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank.

“Nos preocupa que el Gobierno haga otro movimiento y cree un impuesto finalista para castigar al sector otra vez. Que seamos el as en la  manga”, lamenta el director financiero de uno de los bancos del Ibex 35, que pide el anonimato. De hecho, volver a situar a los bancos en el centro del debate sobre un nuevo impuesto podría hacer más “digerible” para Sumar, el principal socio del Gobierno, elevar el gasto en Defensa. La mayoría de los partidos que conforman el grupo plurinacional de Sumar se oponen al aumento que exige Bruselas para rearmar los ejércitos europeos.

Compensación vía capital

Algunas fuentes se muestran “incrédulos” por el momento, porque todavía nadie ha puesto sobre la mesa el debate. Pero incluso consideran que se tendría que buscar algún tipo de “compensación”, como alguna vía para no penalizar el capital de las entidades ligado a la actividad de Defensa, según fuentes del sector. Y vuelven a lanzar la advertencia sobre el impacto en la economía si hay un impuesto sin aligerar la carga en capital o se decide subir el gravamen actual. “El impuestazo ya ha restado capacidad a los bancos para financier unas 250.000 hipotecas. El golpe sería mucho mayor por el mensaje que se lanzaría a los inversores”, expone un alto ejecutivo bancario.  

Lo que se descarta entre los banqueros es que el mayor esfuerzo para rearmar al ejército europeo sea a costa de ajustar el gasto. Europa trabaja para relajar las reglas fiscales, que iban a volver a entrar tras el paréntesis de la pandemia. E incluso se abre a ampliar las partidas de Defensa que se excluyan de las líneas rojas que marcan los tratados.

Dependiendo del marco que se fije, como sostienen fuentes financieras, la prima de riesgo podría sufrir “turbulencias”. Sin ir más lejos, CaixaBank alertaba en un informe de que la presión de los inversores sobre la salud de las cuentas públicas puede tensionar la prima de riesgo española en “ausencia de medidas de ajuste fiscal” para cumplir con los compromisos que marca Bruselas.

• Tags
• Banca
• Impuestos
• Defensa
• Pedro Sánchez
• BCE
• Sumar
• Caixabank